Acortar una URL es más fácil de lo que parece. Usas un servicio que toma tu link largo y lo convierte en uno breve. Por ejemplo, con un acortador de url solo pegas la dirección, das clic y obtienes un enlace compacto. Es ideal para redes sociales o emails, y hasta puedes ver cuántos clics recibe. Así evitas esos links eternos que nadie quiere copiar.
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